domingo, 6 de diciembre de 2009

SALMO 9

SALMO 9

A 2 Te doy gracias, Señor, de todo corazón
Contando todas tus maravillas;
3 Quiero festejarte y agasajarte
tañendo en tu honor, Altísimo.

B 4 Porque mis enemigos retrocedieron,
tropezaron y perecieron en tu presencia.
5 Pronunciaste sentencia en mi favor,
sentado en el tribunal, juez justo.

G 6 Reprendiste a los paganos,
destruiste al malvado
borrando su apellido para siempre.
8 El señor reina eternamente,
dispone el tribunal para juzgar.

H 7 Ellos perecieron, se acabó su recuerdo;
redujiste sus ciudades a ruinas perpetuas.
9 El juzga el orbe con justicia
y rige las naciones con rectitud.

W 10 Sea el Señor alcázar del oprimido,
alcázar en momentos de peligro;
11 y confíen en ti los que reconocen tu nombre,
porque no abandonas a los que te buscan, Señor.
Z 12 Tañed para el Señor que reina en Sión,
narrad sus hazañas a los pueblos,
13 pues el que venga la sangre se acuerda de ellos,
no olvida la querella de los desgraciados.

H 14 ¡Piedad, Señor! mira mi desgracia,
tú que levantas del portal de la Muerte,
15 para que pueda contar tus proezas
Y celebrar tu victoria en las puertas de Sión.

T 16 Se han hundido los paganos
en la fosa que hicieron,
en la red que escondieron su pie quedó prendido.
17 Apareció el Señor para hacer justicia,
y en su propia acción se enredó el malvado.

Y 18 Márchense al Abismo los malvados,
los paganos que olvidan a Dios.
20 Levántate, Señor, no se insolente el hombre,
sean juzgados los paganos en tu presencia;

K 19 pues no se olvida para siempre del pobre,
su esperanza nunca se frustrará.
21 Infúndeles, Señor, tu terror,
y aprendan los paganos
que no son más que hombres.

9-10 Hay razones fuertes para considerar este texto como un solo salmo: el artificio alfabético, repeticiones verbales, la tradición griega. Las razones en contra son débiles. Ningún otro salmo presenta un texto hebreo tan deteriorado como el presente. Hace falta reconstruir el orden y varios versos, apoyados en el alfabetismo y en los elementos seguros. Prescindo aquí de la discusión.

Sentido. El artificio alfabético –cada verso hebreo impar comienza con una letra del alfabeto- no se presta a una composición armoniosa y lógica. A lo cual se añade el carácter de esta obra tardía. El desarrollo es premioso, avanza fatigosamente de verso en verso, reiterando; está realizado en gran parte con imitaciones y reminiscencias, sin apenas aciertos originales, con pobreza imaginativa.

En la primera parte domina la alabanza, en la segunda la súplica. Puestos a buscar un tema central, podemos proponer el patrón judicial, cuyas piezas aparecen dispersas. Adelanto aquí una ordenación lógica, según los actores del triángulo, dos partes y el juez.

Dios es rey y juez, o juez porque rey (10,16); reina en Sión, capital de su reino (9,12); se sienta en su trono, que es también judicial (9,5.8.12); es juez justo (9,5), universal (9,9), administra justicia (9,17), juzga a los malvados (9,20) y a los inocentes (10,18). Está informado (9,14; 10,14), escucha y presta atención (10,17), no se desentiende (10,11) ni se olvida (9,13; 10,11s). Está sentado (9,5.8) y se levanta (9,20; 10,12). La sentencia es diversa: “romper el brazo” (10,5), morir sin descendencia masculina (10,16) destierro (10,16), pena de muerte (9,16.18).

Los culpables están nombrados, calificados, descritos (10,3-11): su codicia (10,3), insolencia (10,4), pensamientos contra Dios (10,4-6.11); ojos que acechan (10,8) boca que engaña (10,7); pueden ser paganos o naciones (9,6-9).

Los inocentes llevan varias denominaciones: pobre (9,19), huérfano (10,14-18), triturados (9,10; 10,18), marginados (9,14.19; 10,2.9.12.17): son víctimas (10,8). Se menciona también la condición humana universal (9,20s; 10,18). La victoria judicial desemboca en una celebración festiva del Señor (9,2.3.12.15).

¿Describe un juicio escatológico o uno histórico? Las razones de uno o de otro se equilibran. Escatológico: el juicio es universal, definitivo, de paso a la instauración del reinado perpetuo de Ywhv. Histórico: las descripciones concretas, el tono de súplica, el peligro recurrente.

9,2-3 Introducción convencional de himno en tono jubiloso.
9,4-5 Invierte el orden cronológico para remontarse del hecho a la causa: derrota – juicio – juez. Se establece el tema forense conductor.
9,6.8 Invierto el orden para respetar el artificio alfabético. Se llega a la sentencia, que opone la extinción de los malvados al reino perpetuo del Señor.
9,7.9 Inversión correlativa de la precedente. El ámbito se hace internacional, como si se tratase de un conflicto de paganos contra el pueblo elegido.
9,10 El fracaso y condena de los malvados está en función de la liberación de inocente.
9,11 Sintetiza la relación de los inocentes con el Señor: reconocen, buscan, o veneran, confían.
9,12 Sión es la capital del reino, desde donde se difunde la fama del Señor.
9,13 “Vengar” o pedir cuentas: Gn 9,5; Ez 3,18.20.
9,14. Las consonantes permiten leer imperativo, de súplica, o perfecto, de proclamación. Mantengo la vocalización de imperativos. Interpreto las “puertas de la Muerte” como el acceso o entrada en su reino (no el poder como en Mt 16,18), a la luz de Is 38,10; Job 38,17; cfr. Sal 30,2. El peligro ha sido extremo, mortal, Dios solo ha podido conjurarlo.
9,15 A esas puertas se contraponen las de Sión, acceso a la vida. Donde se pronuncia sentencia se canta la alabanza.
9,16-17 En imagen convencional de caza enuncia el castigo inminente de los malvados: su maldad se vuelve contra ellos. Véanse p. ej. Prov 26,27; Sal 35,7s; 57,7.
9,18 Por el “Abismo” se opone al v.14; por el “olvidar”, al buscar del v.11: Sal 50,22; Job 8,13.
9,19 Aunque dé largas, no es para siempre. En última instancia el desgraciado no fracasa.
9,20 Alzándose, en gesto judicial, anula el poderío del hombre: Is 2,9-19.
9,21 Expresión única: el terror numinoso devuelve a los hombres la conciencia de su condición. La frase pide una pausa mayor.

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