lunes, 27 de septiembre de 2010

SALMO 34 (33)

2 Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca.
3 Yo me glorío del Señor:
que lo escuchen los humildes y se alegren.
4 Engrandeced conmigo al Señor,
ensalcemos junto su nombre.

5 Consulté al Señor y me respondió
librándome de todas mis ansias.
6 Contempladlo y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se sonrojará.
7 Este pobre clamó y el Señor le escuchó,
lo salvó de todos sus peligros.
8 El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles protegiéndolos.
9 Gustad y apreciad que bueno es el Señor:
dichoso el varón que se acoge a él.
10 Respetad al Señor, sus consagrados,
que nada les falta a quienes lo respetan.
11 Los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de bienes.

12 Acercaos, hijos, escuchadme:
os enseñaré a respetar al Señor.
13 ¿Hay alguien que ame la vida,
que desee años disfrutando bienes?
14 -Guarda tu lengua del mal,
tus labios de la falsedad:
15 apártate del mal, obra bien,
busca la paz, persíguela.

16 El Señor dirige los ojos a los justos,
los oídos a sus clamores.
17 El Señor se enfrenta con los que obran mal
para extirpar de la tierra su memoria.
18 Si gritan, el Señor escucha
y los libra de todos los peligros.
19 El Señor está cerca de los atribulados
y salva a los abatidos.
20 Por muchos males que sufra el justo,
de todos los libra el Señor;
21 él cuida de todos sus huesos,
ni uno solo se quebrará.
22 La maldad da muerte al malvado;
los que odian al justo lo pagarán.

23 El Señor rescata la vida de sus siervos:
no serán castigados los que se acogen a él.


34 Pertenece al género himno, contagiado de elementos sapienciales. Es un salmo alfabético, al que le falta la letra W, y lo compensa con un estrambote de propina al final. Está pronunciado por un orante; en primera persona recordando, en segunda interpelando, en tercera anunciando y generalizando. El autor avanza trabajosamente, letra a letra, con pocos momentos originales o llamativos. El nombre de Yhwh se pronuncia 16 (ó 17) veces: si no logra unificar los materiales, unifica por convergencia las miradas.

Sin mucho esfuerzo se puede enoontrar en el Moisés de Éx y Dt un principio unificador del salmo: consulta y oráculo, contemplación y quedar radiante, instrucción sobre el bien y el mal, vida larga, campamento y ángel del Señor.

34,2 "En todo momento": varias veces insiste el orante en la totalidad: 5.7.18.20.21.

34,3 El hombre no debe gloriarse de méritos propios; su orgullo es el Señor su Dios: Jr 9,22s. Lo cual es otra forma de alabanza. Si los marginados pueden alegrarse de la experiencia del orante, es que él no es ajeno a la categoría.

34,4 "Engrandecer" es reconocer la grandeza, como enaltecer es reconocer la sublimidad. Dos dimensiones humanas o cósmicas se proyectan hacia Dios.

34,5 Consulta del hombre y oráculo de respuesta son práctica religiosa común: véase p.ej: el caso de Raquel en Gn 25. La respuesta divina serena, tranquiliza.

34,6 Éste es el verso más importante del salmo. Leo imperativo con versiones antiguas. "Radiante" como Is 60,5; "sonrojarse" o quedar sombrío, como Is 24,23; Jr 15,9 o Miq 3,7. Con vocabulario diverso, creo que la invitación apunta a tres momentos de la vida de Moisés: en la vocación (Éx 3,6), en los encuentros personales con el Señor (Éx 33,8 y 34,29-33), cuando volvía radiante. El privilegio de Moisés se ofrece hoy a cualquiera: quien "contemple" a Dios, en el templo o en la oración, saldrá "radiante", no estará "sombrío" por el fracaso. Se podría tomar este verso como lema de la oración contemplativa.

34,7 Simple secuencia personalizada: clamar - escuchar - salvar.

34,8 "Acampar protegiendo" puede pertenecer al lenguaje militar. Implica que el "ángel del Señor", como capitán, dispone un escuadrón que rodea. Resuenan relatos de Éx y Nm.

34,9-11 Creo encontrar cierta coherencia temática en estos tres versos: "gustar y pasar hambre", "carestía y bienes". Propongo una hipótesis de lectura: aun cuando "ricos y poderosos" (corregido) "pasen hambre", los "fieles consagrados" al Señor "no carecerán de nada"; más aún, participando en el banquete sagrado "gustarán la bondad del Señor". Los versos invierten el orden cronológico, y cabe una lectura más genérica.

34,9 Es un caso de "aplicación de sentidos". Los sentidos corporales se toman como símbolo de experiencia espiritual. Se selecciona la inmediatez no discursiva y la duración pausada. Una traducción corpórea sonaría: "saboread lo sabroso que es el Señor". El símbolo pasa al lenguaje espiritual.

34,10 "Respeto": o reverencia, sentido religioso. "Consagrados": compárese con Éx 18,6.

34,11 Véase el cántico de Ana 1 Sm 2,5.

34,12-15 Forman otra unidad definida por su labor sapiencial. El orante se mete a maestro: convoca a los discípulos con el título tradicional de "hijos", los invita a escuchar, los enseña. Su enseñanza es una religiosidad de fuerte contenido ético, genérico: el bien y el mal. Compárese con la enseñanza de Moisés, vinculada a la ley: Dt 31,12s. 19,22; 30,15.

34,12 El "respeto del Señor" llega a ser fundamental en el programa sapiencial: Prov 1,7; Eclo 1,14.

34,13 También este modo de preguntar es sapiencial, encaminado a suscitar la atención: Sal 25,12; Eclo 12,13; 13,2. El bien primario es la vida: Dt 30,15.19s.

34,14 La custodia de la lengua es tema frecuente en textos sapienciales y fuera de ellos: Eclo 5; 19; 20; 23; 27.

34,15 Fórmulas frecuentes: Sal 37,27; Prov 3,7; 13,19; 16,17; Job 1,1. La "paz" es aquí una categoría ética: paz ciudadana. No brota por sí, hay que buscarla y procurarla con tesón.

34,16-17 Forman una antítesis marcada: honrados/malvados, ojos y oídos /rostro. "Enfrentarse"; o encararse, a la luz de Lv 17,10; Jr 44,11.21. La "memoria" o el apellido: compárese con Sal 109,15.

34,18 Se sobrentiende que el sujeto son los saddiqim, sin que sea necesario explicitarlo. El grito podría ser una reclamación judicial.

34,19 La secuencia hebrea "atribulados y abatidos" nos lleva sin remedio al Sal 51,19; es decir, de lo sapiencial salta el autor a lo penitencial. El hombre alejado por el pecado, puede acercarse por la penitencia.

34,20.22 Leo la primera cláusula con valor concesivo, ilustrado por Prov 24,16. Las muchas desgracias del inocente parecen contradecir el principio de la retribución; pero concuerdan con una larga historia de liberación. Resalta así la antítesis cone l v.22 por la repetición de "honrado + malvado + desgracia" y la oposición radical "libra / da muerte". Una consecuencia de esta lectura combinada es que el inocente es víctima del "odio" (22b) y que ese odio es "reato".

34,21 Parece escucharse la ley del cordero pascual según Éx 12,46; cfr. Is 38,13 y Lam 3,4. Pero es arriesgado sacar más consecuencias de la coincidencia, a saber, que el inocente sea sagrado y haya de quedar incólume.

34,23 "No serán castigados": o no incurrirán en reato, según 2 Cr 19,10. "Rescata la vida: véase Sal 49,8s.16.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

La primera carta de Pedro cita dos pasos del salmo; el gustar al Señor, vinculado al bautismo (2,2-3); y el bloque sapiencial en 3,10-12 exhortando a la concordia. Heb 6,2 recoge el símbolo del gusto espiritual. Y el tema del quedar radiantes domina el comentario de 2 Cor 3,7-18.

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