viernes, 14 de mayo de 2010

SALMO 17 (16)

(Sal 7; 9-10)

1 Escucha, Señor, mi causa,
atiende a mi clamor,
presta oído a mi súplica;
que en mis labios no hay engaño.
2 Emane de ti la sentencia,
miren tus ojos la rectitud.

3 Aunque sondees mi corazón
y la inspecciones de noche
y lo pruebes a fuego,
no me hallarás malicia.
Mi boca no ha faltado.
4 en asuntos humanos;
con la instrucción de tus labios
he estado vigilante.
Aun en senderos abruptos
5 son firmes mis pisadas;
en tus carriles
no vacilan mis pasos.

6 Yo tellamo porque me respondes,
inclina tu oído y escucha mi palabra.
7 Haz prodigios de lealtad,
tú que salvas de los levantiscos
a quienes se refugian a tu diestra.
8 Guárdame como a la niña de los ojos,
a la sombra de tus alas escóndeme
9 de los malvados que me asaltan,
del enemigo mortal que me acorrala.

10 Han cerrado sus entrañas,
su boca habla con soberbia,
11 sus pasos me están cercando,
fijan los ojos para derribarme;
12 como un león ávido de presa,
como cachorro agazapado en su escondrijo.
13 Levántate, Señor, hazle frente,
doblégalo y con tu espada
sácame vivo del malvado.
14 Dales muerte, Señor, dales muerte con tu mano;
no compartan la suerte de los vivos.

A tus protegidos llénales el vientre,
que se sacien sus hijos
y tengan qué dejar a sus pequeños.
15 Y yo por mi inocencia, veré tu rostro,
al despertar me saciaré de tu semblante.


17. Súplica de un inocente perseguido o injustamente acusado, que apela al tribunal de Dios. Afirma su inocencia y acusa a los enemigos, pide al juez que examine la causa y pronuncie sentencia y la ejecute. Durante la noche, hasta la hora de la sentencia, goza del asilo del templo, por la mañana será admitido a la presencia de Dios. El patrón judicial explica coherentemente muchos datos; con todo, algunos proponen una lectura en clave militar: el jefe, acosado y amenazado, pide auxilio al Señor.

El salmo tiene muchos contactos verbales con el precedente, que ayudan a observar las diferencias: lo existencial / lo ético, Yhwh porción / porción material, vida plena final / esta vida, térmio de la elección y vida íntima / consecuencia de una reivindicación. El desarrollo procede en tres peticiones con enlaces mutuos: 1-5.6-12.13-15. El orante es protagonista: acosa con imperativos al Señor, describe al enemigo, al final reaparece con un "yo" triunfal.

17,1 "No hay engaño": aunque defensor y testigo de sí, merece fe.

17,2 El juez debe corresponder con la "rectitud" de miras. Para la "sentencia" véanse Os 5,1; Hab 1,4.7; Is 42,1.3.

17,3 Dios se acerca a la intimidad del hombre en el silencio de la noche, porque el hombre se abre o porque Dios lo abre: cfr. Sal 4,5; 16,7.

17,3b-5 Cabe otra distribución de las sentencias con el consiguiente cambio de sentido: haciendo complemento "las palabras" o "las sendas tiránicas". En conjunto menciona labios y pisadas, lenguaje y conducta.

17,4 "En asuntos humanos": expresión única que se refiere a las relaciones humanas. "He estado vigilante": otros consideran el verbo transitivo. "Abruptos": otros lo interpretan como "sendas de bandoleros, salteadores"

17,5 Interpreto siguiendo el criterio del paralelismo.

17,6 Es clásica la correlación "llamar - responder"

17,7 "Levantiscos"; la forma hebrea es única, formada de la raiz qwm = levantarse; ¿contra Dios o contra la autoridad humana? Más bien lo segundo, porque Dios es invocado como instancia superior.

17,8 "Como a la niña de los ojos" se lee aquí, en Dt 32,10 y Eclo 17,22. De lo judicial se salta a lo personal. Para el israelita el ojo es órgano del ver, sede del apreciar, y ver la luz es símbolo de vivir. "La sombra de las alas" es corriente: Sal 36,8; 57,2; 63,8 etc.

17,9 Se siente cercado, acorralado: muchos contra uno, y pasa a describirlos horrorizado.

17,10-11 Cuatro rasgos sensibles: pesadas las carnes, arrogante la boca, medidos los pasos, fijos los ojos; véanse Sal 73,7; 119,70.

17,12 Comparación tópica; la multitud se reduce a uno o elige su jefe y declara su ferocidad bestial. Amenaza abierta o encubierta.

17,13 Si continuamos en el plano imaginativo del león, el Señor se alza, lo afronta, lo doblega y le arranca viva la presa de las fauces: véase la descripción de David en 1 Sm 17,34s. Sólo que al final el león recobra su figura humana.

17,14a Texto y sentido son muy discutidos. a) Conservando los sustantivos del texto hebreo masorético, dice que son mortales, que su horizonte es el espacio de esta vida y sus bienes son limitados. b) Corrigiendo los sustantivos en verbos: Dios los condena a muerte y los ejecuta, con la espada o con la mano, como se haría con una fiera peligrosa.

17,14b También admite varias interpretaciones, a) Continúa el horizonte terreno de los malvados: con sus "reservas". Aunque no lo merecen, Dios los alimenta a ellos, a sus hijos y pequeños. b) Cambia de dirección. Ejecutados los agresores, Dios se ocupa de "sus protegidos", de su familia y descendientes; "llena" Sal 127,5 "sacia" Sal 81,17.

17,15 En cuanto a él, tiene otra "saciedad", que es "contemplar el rostro" de Dios, en un extraño banquete matutino. Una experiencia espiritual inefable recurre a símbolos de relaciones humanas.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Los comentaristas antiguos dicen: voz de Jesucristo en la pasión, de la Iglesia en la persecución. Y el verso final lo aplican a la resurrección.

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